sábado, 16 de agosto de 2025

Garay 2951, las ménsulas que sostienen el balcón de la ochava, me sorprenden, por suerte, en una mañana soleada. 


 

El rostro de extrema desesperación, pareciera interpelar al transeúnte.


 



Curiosamente hay cansancio en los ojos ciegos, un adormecimiento que se percibe cuando se observa su perfil




 
El hombre- león o el león-hombre, ¿Comienza a resignarse con su suerte? ¿Ingresa al Averno?  ¿ Se deja ir, mientras lanza su último grito al mundo? ¿Qué mundo es el suyo? 







¿Será el de los paseantes, que bajo la protección de San Cristóbal, se atreven a mirarlo, a compadecerlo, a identificarse con sus penurias e ilusorios bálsamos?




                  
                          La casa en la esquina de Garay y Oruro, con sus monstruos y sus rejas
                                                                          maravillosas